Gallofa # 2 El perfume más hermoso del mundo






Gallofa = f. Cuento de poca sustancia.

II

EL PERFUME MÁS HERMOSO DEL MUNDO

Yo tendría 10 años, no sé, pero recuerdo que todavía era un niño. Era un sábado y yo, aún en pijama, desayunaba en el comedor –y no en el práctico antecomedor actual de la cocina– mientras en la sala contigua mi mamá, parada frente al espejo oval, se acomodaba el cabello en lo que esperaba a papá. Tenía algún evento, un desayuno, no recuerdo, pero estaba ya a punto de salir. La tela de su vestido sisado era de grandes margaritas delineadas en negro sobre un fondo color hueso, predominando este color, y lo bien armado en su talle luego, debajo de su cadera, se abría en una falda en corte A. Sus zapatos, destalonados de tacón no muy alto, también en color hueso y con punta negra cerrada –luego sabría que era un estilo muy Chanel– perfilaban su donosura. Al percatarse que la veía, se sonrió y me preguntó "¿Qué tal estoy?" mientras con suavidad giró trescientos sesenta grados, la falda levemente se levantó, abriéndose como una flor y su sonrisa fue mucho más amplia, iluminándose sus ojos azules.

No recuerdo qué le dije, ni si esperó mi respuesta. Solamente recuerdo lo guapa que se veía, la alegría que me contagiaba y que el aire se impregnó de Femme de Rochas, que usó por muchísimos años en las reuniones las señoras al percibir la fragancia en el aire sabían que había llegado sin importarle que se decía que era un perfume para morenas.


Mérida, septiembre 2015

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