De rosas de antaño (5)... La Marianita.


La rosa más conocida de los jardines yucatecos es la Marianita. Junto con el Príncipe negro, la Radiante, la Francia y el Pinocho son los nombres más recurrentes a la hora de hacer referencia a las rosas locales para diferenciarlas de las que vienen del centro de la República. De hecho los viveristas reconocen que son pocas las rosas del centro de México que pueden aclimatarse a nuestro fuerte calor, tierra y agua para prosperar bien.

A pesar de tener cualidades para su cultivo en la península, en la práctica la Marianita se encuentra con cierta dificultad en algún vivero. De hecho hay que solicitar que la busquen entre sus proveedores. Pero bien vale la pena. He localizado algunos ejemplares de esta rosa en algunos jardines a la vista del transeúnte y adquieren unas dimensiones y floraciones fantásticas. Es una rosa que se ha aclimatado muy bien y florece profusamente, con corolas de buen tamaño y forma. He tratado de buscarla en páginas de internet y hasta enviado fotos a algún especialista en rosas de EEUU para que la identifique, ya que el nombre que le hemos dado es muy probable que sea de creación local y aún no logro identificar su nombre real y procedencia. Hasta he llegado a pensar que tenga relación con el nombre de Marianne (la personificación del ente patriótico francés) y que en realidad sea otro nombre de la misma La France. Pero si Maman Cochet, La France o Caroline Testout se caracterizan por su fragancia, la Marianita carece de él, aunque dicen que cuando tiene muchas flores abiertas por la mañana se percibe un cierto aroma.


De cualquier forma, es una planta de nuestros jardines que hay que conservar ya que bastante ha hecho para aclimatarse y demostrar que tiene un lugar bien ganado entre la flora tropical.

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