¡Bienvenidos de nuevo!... Tenemos dos vidas y muchas rosas



Después de tanto tiempo ¡aquí vamos de nuevo! Este blog lo inicié en mayo de 2009 y escribí hasta diciembre de 2010. Seguirá siendo como en su inicio "de escribir y exponer sobre las cosas que me gustan, que incitan mi imaginación, que me alegra recordar o hablar de ellas o que tienen el arte de 'detener el tiempo' ". Siento que se volverá un espacio un poco más personal ¡ya veremos! Y para comenzar van dos poemas alusivos a este recomienzo. Uno de Jorge Luis Borges en relación al seudónimo y a la foto que puse para el perfil (de hecho nunca hubo foto), de ese collar de rosas con que me recibiron hace unos años al llegar a Udaipur en el primer día de estancia en India, de un tipo de rosa magnífica que olía espectacular, y que ciertamente, no era "la de cualquier jardín y cualquier tarde". Y el otro de un tocayo brasileño, que me gusta muchísimo, no solamente por ese final contundente, sino cuando escribe "Si... tengo prisa... por vivir con la intensidad que sólo la madurez puede dar".

Gracias y ¡bienvenidos de nuevo!





La rosa


La rosa,
la inmarcesible rosa que no canto,
la que es peso y fragancia,
la del negro jardín en la alta noche,
la de cualquier jardín y cualquier tarde,
la rosa que resurge de la tenue
ceniza por el arte de la alquimia,
la rosa de los persas y de Ariosto,
la que siempre está sola,
la que siempre es la rosa de las rosas,
la joven flor platónica,
la ardiente y ciega rosa que no canto,
la rosa inalcanzable.


Jorge Luis Borges (1899-1986)





Mi alma tiene prisa
(Poema Golosinas)


Conté mis años y descubrí, que tengo menos tiempo para vivir de aquí en adelante, que el que viví hasta ahora...

Me siento como aquel niño que ganó un paquete de dulces: los primeros los comió con agrado, pero, cuando percibió que quedaban pocos, comenzó a saborearlos profundamente.

Ya no tengo tiempo para reuniones interminables, donde se discuten estatutos, normas, procedimientos y reglamentos internos, sabiendo que no se va a lograr nada.

Ya no tengo tiempo para soportar a personas absurdas que, a pesar de su edad cronológica, no han crecido.

Ya no tengo tiempo para lidiar con mediocridades.

No quiero estar en reuniones donde desfilan egos inflados.

No tolero a manipuladores y oportunistas.

Me molestan los envidiosos, que tratan de desacreditar a los más capaces, para apropiarse de sus lugares, talentos y logros.

Las personas no discuten contenidos, apenas los títulos.

Mi tiempo es escaso como para discutir títulos.

Quiero la esencia, mi alma tiene prisa...

Sin muchos dulces en el paquete...

Quiero vivir al lado de gente humana, ...muy humana.

Que sepa reír de sus errores.

Que no se envanezca con sus triunfos.

Que no se considere electa, antes de la hora.

Que no huya, de sus responsabilidades.

Que defienda, la dignidad humana.

Y que desee tan sólo andar del lado de la verdad y la honradez.

Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena.

Quiero rodearme de gente, que sepa tocar el corazón de las personas...

Gente a quienes los golpes duros de la vida, le enseñaron a crecer con toques suaves en el alma.

Sí...
tengo prisa... por vivir con la intensidad que sólo la madurez puede dar.

Pretendo no desperdiciar parte alguna de los dulces que me quedan...

Estoy seguro que serán más exquisitos que los que hasta ahora he comido.

Mi meta es llegar al final satisfecho y en paz con mis seres queridos y con mi conciencia.

Tenemos dos vidas y, la segunda comienza cuando te das cuenta que sólo tienes una...


Mário Raul de Morais Andrade (1893-1945)

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