Cosillas para el nacimiento


El gran poeta tabasqueño Carlos Pellicer (1897-1977) es un personaje relevante en la cultura mexicana. Además de ser el poeta del color y los sentidos, fue un apasionado de la tradición de las puestas de nacimientos para las fiestas decembrinas. Él decía que esta afición se la debía a su madre y llegaron a ser célebres los ingeniosos nacimientos que componía en su casa, en una sala de dieciséis metros cuadrados, con una bóveda de madera que daba la idea del cielo. Cada año realizaba un escenario diferente. Utilizaba luces para dar la idea de noche y de día, transformando el espacio en una puesta de sol o amanecer. Cuando "caía" la tarde, con los efectos que creaba, se oscurecía el nacimiento y su voz grabada recitaba un poema. Luego venía la música y a su término volvía a "amanecer". Tenía figuras de cera de un tamaño de unos dieciséis centímetros de una colección variada que combinaba cada año.

El decía que “reproducir la Naturaleza en escala mínima pero consiguiendo la emoción mayor a través del color y de la luz, nivelándole con la palabra y la música y también la escultura, paisaje trascendental, en homenaje a la Natividad de Nuestro Señor, reunir todas las artes operando simultáneamente, es lo más importante que he podido realizar a lo largo de mi vida, mil veces superior a mis libros de poemas y a los grandes museos arqueológicos que he tenido la fortuna de organizar. Y todo por una razón: porque es un profundo y humilde acto religioso.”

Pero no podemos dejar de presentar una de esas "Cosillas para el nacimiento" en donde su religiosidad se conjuga con la gran sensibilidad de este poeta del trópico.

Cosillas (24)

Ángeles en la tierra:
nubes y rocas,
música y danza.

Árboles de alegría
le dan al aire diamantes verdes
y al agua antigua de la laguna
su azul de niño.

Pastor que arreas
nubes de ovejas;
joven labriego de tierras negras;
los leñadores queman sus brazos
con el futuro de la madera

Ésta es la noche
del mejor día.
Esta noche se adquiere
sin una sombra de lejanía.

Ha nacido la dicha
y es para todos.

Cambiemos todos
la plata en oro.

Ha nacido la Paz
para ganar la guerra.
Dios está entre nosotros:
lo saben todos
los que lo niegan.

Guerra a nosotros mismos:
el mal está en nosotros.
Cuando amanezca,
seremos luces para la noche de cada estrella.

Nuestro Señor dijo un día:
"El cielo y la tierra pasarán,
pero mis palabras, no pasarán."

Ésta es la noche
del mejor día.
La paz está en nosotros.
Seamos desde esta noche
la mejor noche
el mejor día.

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