El Ukiyoe-e es el arte del grabado japonés. Técnicamente son xilografías, esto es, grabados realizados con placas de madera. Los grandes maestros de este arte maravilloso van surgiendo desde el siglo XVII, pero será el siglo XIX en donde encontramos las fantásticas obras de Hokusai (1760-1849) y de Hiroshige (1797-1858). De estilos distintos, de Hokusai la obra más famosa es La gran ola de Kanagawa con el Fujiyama al fondo (de hecho este grabado pertenece a las 36 vistas del monte Fuji c. 1826-1833), pero lo interesante se encuentra en las barcas que están punto de afrontar tan vehementes como siniestras curvas surgida del mar. De Hiroshige tenemos una colección de vistas sobre las estaciones del Tokaido, (una ruta de viaje que conectaba Edo, la actual Tokyo, y Kyoto), pero de otros conjuntos de grabados, la más famosa quizá sea Lluvia repentina sobre el puente del río Atake de las 100 vistas de Edo (c. 1856-1858). La composición vertical, la curva del puente y el dramatismo de la escena, donde podemos observar las distintas circunstancias de los peatones (en especial me gusta el que ayuda a guarecer a otro) convierten esta imagen en quizá la más elocuente de todas las creadas en el siglo XIX.
El grabado japonés tiene por sujeto importante a la naturaleza aunque sus famosas imágenes de japonesas, geishas y maikos, samurais, etc... también son parte de un cierto costumbrismo que ha creado la imagen que tenemos los occidentales sobre el Japón.
Particularmente decir Ukiyo-e se refiere a las xilografías desde su aparición en el siglo XVII hasta 1867, que comienza la era Meiji. De hecho el estilo de los grabados varía mucho hacia cierta occidentalización y se conocen como grabados "del período Meiji". A la muerte del emperador Meiji, surge el shin hanga que procuró una producción con fines más universales y que cambiando el proceso tradicional que incluía varias personas en la realización de una obra (pintor, grabador, editor, etc) ahora el que creaba el dibujo realizaba todas las etapas desde su génesis hasta lograr el producto final. Ya aparte podemos mencionar el género del shunga de gran contenido erótico, que también Hokusai e Hiroshige crearon, junto muchos artistas.
Aún continúa la tradición del grabado japonés. Otros artistas sobresalientes son Hiroshi Yoshida (1876-1950), que llegó a emplear hasta noventa y seis colores diferentes en un solo grabado y más de diez placas para hacerlo. Y los gatos de Sadanobu Hasegawa IV (1914-1999) y Tagashide Nishida (1942) o los árboles de Hajime Namiki (1947)...
El grabado japonés es uno los géneros más fascinantes y variados dentro de las artes visuales y nos comprueban que más que un mundo de imágenes etéreas, son un mundo bello con los pies en la tierra...
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