Desde Sýbaris (2)... memorias de una taza de té.


Aunque pueden seguir tildándome de francófilo, va este pasaje maravilloso y famoso de En busca del tiempo perdido de Proust:


Vuelvo con el pensamiento al instante en que tomé la primera cucharada de té, y me encuentro con el mismo estado, sin ninguna claridad nueva. Pido a mi alma un esfuerzo más que me traiga otra vez esa sensación fugitiva.
[...]


Y luego, por segunda vez, hago el vacío frente a ella, vuelvo a ponerla cara a cara con el sabor aún reciente del primer trago de té y siento estremecerse en mí algo que se agita, que quiere elevarse, algo que acaba de perder ancla a una gran profundidad, no sé el qué, pero va ascendiendo lentamente; percibo la resistencia y oigo el rumor de las distancias que va atravesando.
[...]


Y de pronto el recuerdo surge. Ese sabor es el que tenía el pedazo de magdalena que mi tía Leoncia me ofrecía, después de mojado en su infusión de té o de tila, los domingos por la mañana en Combray.
[...]


Y como ese entretenimiento de los japoneses que meten en un cacharro de porcelana pedacitos de papel, al parecer, informes, que en cuanto se mojan comienzan a estirarse, a tomar forma, a colorearse y a distinguirse convirtiéndose en flores, en casas, en personajes consistentes y cognoscibles, así ahora todas las flores de nuestro jardín y las del parque del señor Swann y las ninfeas del Vivonne y las buenas gentes del pueblo y sus viviendas chiquitas y la iglesia y el Combray entero y sus alrededores, todo eso, pueblo y jardines, que va tomando forma y consistencia, sale de mi taza de té.

Por el camino de Swann



Cuando lo leí por vez primera me dije "¡Si, yo sé lo que es eso!" Por eso cuando veo el burdo elefante de la India hecho de telas multicolores que mi abuela tenía por adorno en su recámara, pruebo las galletas de limón Dondé, paso los dedos por el papel de China negro de los jabones Maja o huelo la barata Añeja Lavanda, los recuerdos afloran mágicamante: la siesta de mi abuelo, las tardes hojeando libros, el día del maestro en el jardín de niños o la peluquería para caballeros (y niños) allá por el centro...

Comentarios

  1. Ah, si funciona... alguien me dijo que tuvo problemas en subir un comentario...
    (Ladrón de rosas)

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